sábado, 29 de diciembre de 2012

Oniromancia: Infinito

                                                          Ego sum contra omnes.
Un gran hotel futurístico en el medio de la nada, rodeado de un panorama venusiano, tierra sulfurosa, cielo cubierto de nubes amarillentas, fuertes tempestades que levantan montañas y aquella sequedad espectral que hacía desaparecer el sudor.
Estaba esperando un refugio, al fin. Hace un largo rato vagaba en ese cruel desierto, pero... ¿Por qué una construcción de tan dicha magnificencia, acá? ¿Acaso alguien sería certero en la respuesta? No había nadie. La soledad siempre era la más oportuna compañía, aquella silenciosa y misteriosa colega, que se esconde en las sombras de las piedras cuando alguien aparece.