Soneto
Bebí lastimoso de tu lago,esperando un beso, una caricia;
tu sonrisa sincera como un halago,
es que esconde llanto y avaricia.
Se retuercen nuestros vientres;
encerrados, condenados perpetuos;
la distancia y el recuerdo los hace mutuos;
liberados, harían los más impíos desastres.
No tolero más tu vil actitud
parafraseando un dicho;
dos son compañía, tres son multitud.
Matar o abrazar mi lecho;
mi genio es simplemente una virtud,
quedé ciertamente satisfecho.
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